En un lugar de Francia hab铆a un
peque帽o pueblo llamado Ville d’Avray. En este lugar de nombre tan raro, hace
muchos a帽os viv铆a un ni帽o que ten铆a por nombre Camille y por apellido Corot.
Viv铆a en aquel lugar con su madre y su padre.
Este ni帽o de nombre tambi茅n un
poco extra帽o, era un amante de la pintura. Desde muy peque帽o empez贸 a pintar en
su casa de aquel peque帽o pueblo.
Una de las cosas que m谩s le
gustaba a Camille era ir a un enorme estanque que se encontraba cerca de su pueblo.
All铆 observaba la belleza de los 谩rboles, plantas, animales y las aguas
cristalinas del estanque. Era un lugar lleno de vida: los 谩rboles verdes, la
hierva verde, los animales pastando a su alrededor…
Pero… claro, esto s贸lo ocurr铆a en
primavera. Ya sab茅is que es la estaci贸n en la que florecen los 谩rboles y el
paisaje se vuelve m谩s colorido.
¿Qu茅 hac铆a entonces Camille
durante el resto de las estaciones? Una parte de su tiempo se dedicaba a pintar
en el taller que hab铆a creado en su casa. El resto del tiempo se aburr铆a
much铆simo y no sab铆a qu茅 hacer.
Tan aburrido estaba un d铆a que
empez贸 a pensar c贸mo ser铆a el mundo en el futuro, una vez que hubieran pasado
much铆simos a帽os. As铆 pues, cogi贸 un l谩piz y se puso a dise帽ar una m谩quina del
tiempo para poder viajar al futuro y ver c贸mo estar铆a todo aquello que le
rodeaba.
Un d铆a de invierno, acab贸 el
dibujo de la m谩quina y se puso manos a la obra. En un par de semana la hab铆a
acabado de construir y fij贸 un d铆a para hacer su viaje. El d铆a elegido ser铆a el
20 de marzo, d铆a en el que ya empieza la primavera. As铆 podr铆a ver c贸mo estar铆a
aquel precioso paisaje en la primera del futuro.
Impaciente por que llegara aquel
d铆a, Camille empez贸 a preparar su mochila del viaje: meti贸 comida, ropa, una
c谩mara para fotografiar lo que se encontrara y todo aquello que pensaba que iba
a necesitar.
El 20 de marzo lleg贸, Camille se
subi贸 a la m谩quina y emprendi贸 el viaje. Viaj贸 hasta el a帽o 2050.
Tras un par de horas de viaje,
porque son muchos a帽os los que ha viajado, la m谩quina se par贸. Camille con
cuidado y un poco asustado se baj贸 de ella.
Cuando se baj贸 empez贸 a sentir
algo extra帽o.
-
¡Puf! ¡Qu茅 calor! Dijo Camille. Notaba que hac铆a
bastante m谩s calor que antes de subirse a la m谩quina. Y eso que era el mismo
d铆a y estaba en la misma estaci贸n.
Comenz贸 a caminar y todo lo que
se encontraba le resultaba muy desconocido: el gran estaque que hab铆a antes se
hab铆a convertido en un peque帽o charco en el que no hab铆a ni ranas, los grandes
谩rboles verdes hab铆an desaparecido: ¡No quedaba ninguno!, la hierva verde ya no
estaba tan verde: era de color amarillento. Lo que m谩s le sorprendi贸 fue que al
mirar hacia atr谩s… ¡UN EDIFICIO! Pero… ¿Qu茅 pinta esto aqu铆? Se pregunt贸
Camille.
Continu贸 caminando hacia el
edificio y cuando se quiso dar cuenta estaba en el medio de una gran ciudad.
Algo m谩s le resultaba extra帽o, pero no consegu铆a adivinar el que.
-
¡Ah s铆! Grit贸. ¿D贸nde est谩 el cielo azul?
Camille se dio cuenta que el cielo hab铆a tomado un color gris谩ceo que no era
com煤n de la primavera, pues el cielo suele estar muy azul. Adem谩s, tampoco
ten铆a pinta de que fuera a llover.
Camille, preocupado por lo que
estaba viendo decidi贸 preguntar a una ni帽a m谩s o menos c贸mo 茅l de edad que
pasaba por su lado.
-
Hola, ¿te puedo preguntar una cosa? – Le
pregunt贸 Camille.
-
Claro. Respondi贸 la ni帽a.
-
¿Qu茅 ha pasado con todo el campo que hab铆a aqu铆,
el cielo azul y el estanque?
-
La ni帽a le mir贸 un poco raro. “No se de que me
hablas, siempre ha estado as铆”. Le contest贸.
Tras esta breve conversaci贸n,
Camille se entristeci贸. ¿C贸mo es posible que no puedan conocer el precioso
paisaje que hab铆a all铆 y que les guste esta triste ciudad? Se preguntaba.
Tras pensar un largo rato sobre
esto, decidi贸 que ten铆a que investigar qu茅 hac铆a sucedido con todo lo que 茅l
conoc铆a de ese lugar. Puso rumbo a buscar una biblioteca para ver si ten铆an
libros antiguos que trataran de este cambio que hab铆a sufrido el lugar.
Cuando encontr贸 la biblioteca se
sorprendi贸 al entrar: ¿d贸nde est谩n los libros? No los ve铆a. S贸lo hab铆a unos
aparatos encima de las mesas un poco raros a los que la gente llamaba
ordenadores.
Pregunt贸 a la bibliotecaria y le
llev贸 hasta una sala d贸nde ten铆an los libros antiguos almacenados. Un gran
espacio estaba dedicado a un fen贸meno que se llamaba “Cambio Clim谩tico”.
Camille, al ver que era el
espacio que m谩s libros ten铆a decidi贸 ir hacia all铆 y comenzar a leer algunos
libros. Ten铆a poco tiempo porque antes de que acabara el d铆a ten铆a que estar de
vuelta a casa.
Comenz贸 a leer cosas como: “la
temperatura del mundo aumentar谩 2 grados si no hacemos nada”, “el gran problema
de no reciclar”, “tala abusiva de 谩rboles que acaba con ecosistemas”. En un
peque帽o libro encontr贸 una especie de resumen d贸nde explicaba todo lo que hab铆a
pasado: lleg贸 un momento en la historia que hab铆a un gran problema: la
contaminaci贸n. Materiales y gases muy contaminantes se emit铆an al exterior sin
tener en cuenta los grandes perjuicios que ten铆a para el medio ambiente. El
consumo masivo de madera y otros recursos medioambientales est谩n destruyendo
ecosistema y acabando con gran cantidad de especies.
-
¡La hora! Grit贸 Camille. Ten铆a el tiempo justo
para llegar antes de que terminara el d铆a. Cerr贸 el libro y se march贸.
Por el camino, pensaba sobre lo
que hab铆a le铆do y visto. ¿C贸mo es posible que no hayan hecho nada por no llegar
hasta este punto? ¿Habr谩 alguna forma de poder cambiar este futuro? Se
preguntaba Camille.
Por fin lleg贸 a Ville D’Avray.
All铆 les estaban esperando sus padres que no sab铆an nada del viaje. Camille le
cont贸 todo lo que hab铆a hecho, visto y le铆do.
Le ense帽贸 fotograf铆as que hab铆a tomado all铆. Todos quedaron
horrorizados.
Qu茅 f谩cil ser铆a si todos fu茅ramos
conscientes de lo que pasar谩 en el futuro. -Dec铆an. Es importante que se sepan
est谩n cosas para educar a la gente a tener una actitud responsable con el medio
ambiente.
A partir de ese d铆a, Camille y su
familia comenzaron a valorar mucho m谩s el lugar d贸nde viv铆an y se consideraban
muy afortunados de poder tenerlo en esas condiciones. Adem谩s, aprendieron que
hay que cuidarlo m谩s y empezaron a dejar de hacer ciertas cosas: tirar l铆quidos
al estanque, dejar restos de comida por all铆, talar los 谩rboles, a veces, sin
necesidad de ello, y un mont贸n de cosas m谩s.
Camille se encontraba feliz de lo
que estaban haciendo y comenz贸 a cont谩rselo a sus vecinos y amigos. Todos se
pusieron manos a la obra para tener un futuro mejor.
Y color铆n colorado, este cuento,
se ha acabado.